Pawel Pawlikowski ha sido premiado por este film como Mejor Director en el pasado Festival de Cannes de 2018, además de otros tantos reconocimientos de la crítica internacional especializada.
“Cold War” o “Guerra Fría” narra la historia de amor entre Zula (Joanna Kulig) y Viktor (Tomasz Kot) que se inicia en 1949 durante varias audiciones en una comarca rural de Polonia, para montar un espectáculo folklórico musical de danza y canto. Así es como, el director de orquesta, Viktor, se enamora perdidamente de una de las jóvenes participantes, Zula. Este bucólico emprendimiento se transforma rápidamente en una herramienta de propaganda stalinista. Las canciones también adoctrinan.
Lo que aparenta una trama sencilla, a lo largo de 88 minutos, abre un abanico de pasiones encontradas, decisiones erróneas y conflictos políticos.
Surgen entonces varias capas de observación, magistralmente filmadas en blanco y negro. Por un lado la pobreza y desolación de la población polaca después de la Segunda Guerra Mundial, en miradas perdidas y gestos amargos capturados en primeros planos y por otro el tormentoso amor de Zula y Viktor, en quienes el miedo constante atraviesa el deseo de escapar al mundo libre. Viktor intenta fugarse, se separan y vuelven a encontrarse ocasionalmente en París. La pasión continúa intacta, plasmada en imágenes de gran sensualidad, pero las costumbres del mundillo intelectual francés vuelve a separarlos y la vida en el exilio se torna insoportable. Se celan y se aman con la misma intensidad. Viktor la busca y la sigue hasta Yugoslavia, aún a costa de perder su propia libertad, como prófugo del régimen comunista.
Desde el comienzo la película nos lleva a un variado universo musical. Desde la Fantasía-impromptu de Chopin, ejecutada al piano por Viktor, hasta el tema central “Deux coeurs” interpretado por Zula en polaco y en francés. Danzas típicas polacas dan paso a brillantes coreografías capturadas con travellings atrapantes que ensalzan el espíritu polaco.
En 2018 dos grandes directores apostaron al blanco y negro para contar sus historias y ganaron sus respectivos premios como Mejor Director. Alfonso Cuarón en la Academia y Pawel Pawlikowski en Cannes. Pero las coincidencias van más allá. “Roma” es una película muy mexicana y “Guerra Fría” es una película muy polaca. Una extraordinaria forma de honrar a su gente pues Pawlikowski dedica el film a sus padres y Cuarón a su querida niñera. Y más allá de todos las adversidades que enfrentan los personajes, el amor se mantiene en primer plano.
