BOY ERASED (2018)
Dirección: Joel Edgerton
Basada en las memorias de Garrard Conley, “Boy Erased” narra la historia de una familia clásica de Arkansas, Estados Unidos, integrada por el pastor evangélico Marshall Eamons (Russell Crowe) su esposa Nancy (Nicole Kidman) y su único hijo Jared.
“Boy Erased” abre con breves metrajes de videos domésticos donde Jared, aún pequeño, atrae inmediatamente al espectador con sus monerías. Una criatura encantadora.
Sin demasiada explicación vemos luego a Nancy dejando a su hijo, ya con 18 años, en un alojamiento donde se realiza “terapia de conversión” liderado por Victor Sykes, interpretado por Joel Edgerton quien también es el director del film.
Con el argumento de “amor en acción” Victor y su equipo de obedientes empleados, entrenan a los adolescentes, poniendo énfasis en las desventajas o más bien castigos divinos de cualquier conducta perversa, especialmente la homosexualidad.
Lucas Hedges (Manchester by The Sea/2016) interpreta a Jared con economía de recursos gestuales y enorme sofisticación en transmitir el atormentado camino recorrido, a través de los años, entre las fuertes convicciones religiosas de su familia, especialmente su padre y su naturaleza, sospechada de pecaminosa.
La “conversión” de Jared da lugar a una narrativa escénica bien editada y con una acertada banda sonora.
Sin adelantar el final de la historia y sin saber de la existencia, en Estados Unidos, de estas terapias de conversión (que aún están) el film asombra, conmueve y nos deja campo abierto a múltiples reflexiones acerca de la condición humana.
Como escribe el mismo Jared/Garrard en su artículo del Times “si Dios supiera de esto”. Todo dicho, no?
Hebe Girardo