“Green book” abre con un “sixties show” musical que nos ubica en el “Copa”, un “night club” de New York, en 1962. Al cerrar dos meses por reformas, deja a Tony Lip (Viggo Mortensen) desocupado. Entonces Tony conoce a Don Shirley (Mahershala Ali) un pianista afroamericano, formado en Europa, que lo contrata como chofer. Se inicia así una "road movie", por diferentes ciudades del sur de Estados Unidos,a bordo de un Cadillac verde, como la hoja de ruta que ambos llevan como guía.
Dirigida por el creador de la afamada comedia “Loco por Mary”, el film, basado en una historia real, oscila entre la melancolía y la comedia blanca, típica de la época en la que ocurrieron los acontecimientos reales.
La segregación racial y los prejuicios sociales son el telón de fondo de la historia, que en sincronía, ocurre poco tiempo antes de la sanción de derechos civiles para la población afroamericana de Estados Unidos, como resultado de la prédica de líderes como Martin Luther King o Malcolm X. Cambiar la mentalidad era la consigna.
Refinado y vanidoso, Don Shirley dicta al rústico Tony, el contenido de las cartas dirigidas a su amada esposa Dolores (Linda Cardelini), al estilo de Cyrano de Bergerac.
Tanto Viggo Mortensen, como Mahershala Ali logran transmitir sensiblemente a sus personajes la construcción de una amistad entrañable que durara hasta el fin de sus días.
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