NOSFERATU (2024)
Dirección: Robert Eggers
A los 41 años, el director y guionista estadounidense Robert Eggers se ha convertido en uno de los realizadores jóvenes más taquilleros del género de terror. “Nosferatu” es su cuarta película, después de “La Bruja”, “El Faro” y “El Hombre del Norte”, combinando elementos de la mitología, el folklore y un horror más sofisticado.

Su versión de “Nosferatu” es una fusión de dos fuentes: el film homónimo de la etapa silente, dirigido por F. W. Murnau (1922), y la icónica novela de horror gótico, Drácula del escritor irlandés Bram Stoker, publicada en 1897. En dicha novela se aborda un tema insólito para la época victoriana: el deseo sexual, y Eggers supo plasmarlo en pantalla con apasionado
refinamiento, en este film rodado con tecnología de avanzada, pero que luce como artesanal.
“Nosferatu” se abre en Alemania, hacia 1838. Thomas Hutter (Nicholas Hoult), en flamante matrimonio con Ellen (Lily-Rose Depp) es enviado a la mansión del Conde Orlok (Bill Skarsgard) para firmar un contrato, dejando a su esposa en casa de un matrimonio de amigos, Friedrich Harding (Aaron Taylor-Johnson) y Anna Harding (Emma Corrin). Ellen tiene sensaciones que nadie más sabe ni entiende, y la ausencia de su esposo, agravan su estado, con reiteradas consultas al Dr. Sievers (Ralph Ineson) quien le suministra éter para calmarla, mientras Thomas tiene que vérselas con el siniestro Conde, en dos líneas temporales que se alternan.

El diseño de producción de Craig Lathrop y la dirección de fotografía de Jarin Blaschke han creado una atmósfera horrorosamente elegante, con encuadre pictórico, donde la cámara se desplaza, vuela o sigue a los personajes que se retuercen y contorsionan, entre Alemania y Transilvania.
Bill Skarsgard, absolutamente irreconocible detrás de sus prótesis, con voz de ultratumba y jadeo constante. Lily-Rose Depp pone sus ojos en blanco, convulsiona, y levita por obra de la telequinesia. El actor inglés Simon McBurney, como Knock brilla en una performance de pesadilla, y Willem Dafoe como el Profesor Albin Eberhart Von Franz, extraordinario como siempre.
Si hiciéramos un ejercicio de comparación con el “Nosferatu” de 1979, dirigido por el cineasta alemán Werner Herzog, con Klaus Kinski, Isabelle Adjani y Bruno Ganz, la película de Eggers gana en esplendor, pero no en intensidad dramática.
“Nosferatu” ha sido nominada en cuatro categorías para la próxima edición de los premios Oscar: Mejor Dirección de Fotografía, Mejor Diseño de Producción, Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Equipo de Maquillaje.
Género: Terror. Duración: 132 minutos. En cines.
Hebe Girardo
29/1/2025
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