HOLY SPIDER (2022) Dinamarca
Dirección: Ali Abbasi
El tercer largometraje del director y guionista Ali Abbasi, nacido en Teherán hace 41 años, es un intenso thriller, basado en un acontecimiento policial real ocurrido hace 20 años. La película fue filmada en Jordania, lugar que sustituye a Mashhad, una ciudad iraní de peregrinación islámica para adorar el santuario de Iman Reza, donde ocurrieron los hechos. Abbasi nos sorprendió en 2018 con “Border”, un film tan raro como extraordinario.
La película abre con la escena donde una mujer deja dormido a su hijo, mientras en una televisión, las imágenes de los atentados a las Torres Gemelas, nos ubican en el año 2001. Ella es una trabajadora sexual, con todos los peligros colaterales que acarrea su condición femenina y religión musulmana. Sin embargo se larga a la calle, convirtiéndose en la primera víctima que vemos en pantalla, de un asesino serial, Saeed (Mehdi Bajestani), apodado “Asesino de arañas”. Saeed es un trabajador de la construcción, veterano de la guerra Irán/Irak, que ha asumido la “misión” de limpiar las calles de prostitutas. Una y otra vez Saeed mata brutalmente y sin piedad, asfixiando a estas mujeres.
Rahimi (Zar Amir Ebrahimi) una periodista de Teherán, llega a Mashhad para cubrir el caso. Rahimi es un personaje de ficción que le permite al director presentar el hecho policial en una narrativa cinematográfica y a la vez desplegar los diferentes puntos de vista de la historia.
Cuando Rahimi llega a un hotel para hospedarse, no la quieren alojar por estar sola y con vestimenta liberal, hasta que Rahimi presenta sus credenciales de prensa. Una escena muy elocuente.
Sin adelantar la trama para no limitar el suspenso, Abbasi abre distintos puntos de vista. Buena parte de la opinión pública (si así puede llamarse en el marco de una sociedad teocrática) aclama, respalda y protege al asesino por su “cruzada moral”. También es evidente la desidia de las autoridades religiosas y la policía para capturar a Saeed, porque las víctimas eran adictas o promiscuas. Así fue como este homicida, casado y padre de dos hijos, que mantenía una doble vida, eliminó a 16 mujeres entre 2000 y 2001, afirmando que tenía a Alá de su lado.
La escena en la que el policía le invita un cigarrillo a Rahimi, para después ofenderla y acosarla por “fumar con cualquiera”, es estremecedora.
El trabajo de imagen y sonido del equipo del director, recrea el ambiente de las noches de Mashhad, con luces de neón y oscuridad profunda, por el director de fotografía Nadim Carlsen, con escalofriantes primeros planos y la electrizante partitura del compositor danés Martin Dirkov.
La actriz franco-iraní Zar Amir Ebrahimi en el personaje de Rahimi define un arco dramático convincente, combinando firmeza, valentía y sobresalto, con su bellísimo rostro y voz dulce (Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Cannes).
Si pensamos en la detención que efectuó la policía moral de Teherán, de la joven Mahsa Amini hace solamente unos meses, porque su pañuelo en la cabeza no estaba bien ajustado, y su posterior muerte, mientras estaba en custodia, el testimonio de misoginia que brinda “Holy Spider” de la sociedad iraní, resulta esclarecedor y valioso.
“Holy Spider” representa a Dinamarca en la próxima entrega de los Oscar, en la categoría de Mejor Película Internacional.
Género: Drama/Thriller. Duración: 1 hora 56 minutos. Disponible en MUBI
Hebe Girardo
29/12/2022
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